Jerez volvio a reunirse con sus ángeles (Jueves Santo)

Aunque en una noche bastante fría por fin el tiempo dio una tregua y Jerez pudo disfrutar de una jornada espléndida de Jueves Santo.

A excepción de La Redención, la jornada comenzó bien entrada la tarde debido a la situación tan céntrica de las hermandades. 

Con puntualidad británica se abrían la puertas del Convento de María Auxiliadora y la cruz de guía de la hermandad cruzaba el dintel abriéndose camino hacia su barrio, hacia su gente, que aguardaban para recibir y arropar a ese Cristo abofeteado. La verdad es que fue un discurrir durante todo el tiempo soberbio y magnífico, como el paso por tornería o carpintería baja, una hermandad que año a año va pisando con más fuerza.

Desde San Juan de los Caballeros salía la hermandad de la Vera Cruz. Destacar del paso de misterio el exorno floral o la música de capilla que un año más iba de acompañamiento y a María Santísima de las lágrimas  y su singular palio.

Mientras en la Basílica del Carmen comenzaba a realizar estación de penitencia Nuestro Padre Jesús de la Lanzada y María Santísima de Gracia y Esperanza en un gran misterio que representa el momento en el que Longinus clava su lanza en el costado de Cristo.

Y mientras por carrera oficial discurría Vera Cruz y la Sagrada Lanzada, la puerta lateral del convento de Santo Domingo se abrían de par en par, para que Jerez tuviese a su Señor Orando en el Huerto, pero sobre todo teniendo en cuenta como ha ido hasta ahora la Semana Mayor, Jerez necesitaba a sus dos Ángeles de la Confortación. Impresionante este año el misterio con la AM de la sentencia tras el mismo. Y sencilla a la vez que elegante como solo ella sabe ir María Santísima de la Confortación.

Cerrando lo que fue una jornada grande procedente de la Iglesia de San Dionisio llegó El Señor del Ecce-Homo  ,con ese peculiar paso de misterio plateado y escalonado y la Reina de la plaza Asunción Nuestra Señora del Mayor Dolor.

Una jornada grande para Jerez que no se ha merecido que solo una fuese diferente a las demás, si no que Jerez se merecía que esta fuese otra jornada más de lo que debía ser una Semana Grande y completa.